Atacar.
Nos siguen diciendo que todo se perderá, que todo sin sentido encontrara su final. El futuro se nos acota. Tenemos que atacar todo lo que no sepamos, atacar todo lo que sabemos. Sólo hay que seguir atacando hasta que la sangre deje de caer.
Atacar todo lo que se susurra, vapulear la certeza de que el día de mañana el mundo seguirá girando y el sol aún brillara. Agredir la seguridad de que la vida prevalecerá aunque ellos digan que es el final.
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