viernes, 25 de abril de 2008

Brillantez

Brillantez

Y cada mañana fuerzo los ojos para no encandilarme con la luminosidad, cada noche cierro y aprieto mis parpados para no ver la horrible brillantez del mundo. Mientras camino, hacia cualquier lado, la belleza del mundo se me clava en la cara. Cuando trato de hablar, el resplandor de la vida me deja un sabor amargo.

Mis ojos cada vez más irritados observan la presencia de Dios en la Tierra, la naturaleza florece sin medida, los hombres caminan con holgura y las mujeres sonríen coquetamente. Demasiada perfección por aguantar, demasiada gente bonita que aguantar.

La calidez del mundo me quema mis ojos, no puedo evitar que toda esta luz se esparza por mí ser. No soporto la perfección, no tolero las caras bonitas ni los pensamientos positivos. Sólo me queda apretar más los parpados y tratar de regresar a San Infierno donde todo es gris y frío.

El mundo a veces es demasiado feliz para mí, necesito lo burdo y soez. No te necesito a ti perfección.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Notable.

Nada mas que decir. La pluma se va puliendo en brillantes.

De lo ultimo, lo mejor sin dudas mi amigo.