Fijación
Esa figura pasa una eternidad mirando esas piernas que brillan a sus ojos. Las sigue con la mirada cuando caminan hacia él, se las imagina en sus hombros y en sus brazos. Las sufre como un día de verano. Aunque necesita que ellas pasen a su lado sin mirarlo.
A unos 100 metros de distancia una discusión se acalora, al compás del caminar de aquellas piernas. Las voces se alzan y las miradas se afilan. El caminar sexual de esos muslos pasa por entremedio de la discusión sin temor. Luego de 10 minutos todo es calmo de nuevo, no se ven ni las piernas ni las sombras pendencieras.
La noticia se esparció rápido al día siguiente, otro asesinato ha ensangrentado la noche de Santiago. La víctima se encuentra irreconocible salvo por una pequeña minifalda y unas piernas que aún brillan. La versión oficial la sentencia a un crimen pasional, sin más antecedentes. En tres días más todo será olvidado.