Piezas Desastrosas
(Reconstrucción dadaísta 1)
Te veo sentada en un rincón escondida en el humo del bar, con tu mirada de coqueta, quieres desquitarte. Trato de explicar que un beso no es solo en los labios, signifique lo que signifique esto; tus piernas brillan esperando a su presa. Pero no hay nadie que comparta tu calor.
Sabes que te miro con abuso cada vez que tu cuerpo se fuerza en tu falda, debes tener en cuenta que ninguno de los dos estará al amanecer. A cinco minutos cerca de aquí la ciencia pierde su valor mientras unos ojos grises atraviesan cabezas anónimas sin complicidad. Sin remordimientos eso lo sé bien, nada de mirar atrás, nada de pendejadas.
Mientras el incólume Enrique sigue soñando en su bar. Te equivocaste Enrique la vida no es un bar ni siquiera es un cabaret, los neones alumbran la calle llena de bohemia. Música de borrachos crea la atmósfera donde las revoluciones se asientan; y esas princesas que esperabas, esa revolución que nunca llegaba no eran mas que un suspiro sexual de hormonas mal enfocadas, Enrique te lo digo como amigo te equivocaste.
Solo un trago fuerte para que quede claro que no estaré mas aquí. En diez minutos más será todo cenizas, en diez minutos más el hombre explotara… ¡Mas rock que este, dónde! Lo sabes bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario