domingo, 14 de diciembre de 2008

El juego

 

El juego

Ya es muy tarde para no llamar. Es demasiado temprano para bajar los brazos, cual pendejo cansado. Un smile sangriento me enseñó que la vida es un juego trágico, donde  no necesitamos invitación para jugar, sólo tenemos que no perder. 

Es tiempo que tú también te rías de la ironía residente en la tragedia. Esto no es más que la segunda parte de la enfermedad del juego. Y te lo repito es demasiado temprano para bajar los brazos.

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