domingo, 24 de agosto de 2008

El martillo

El martillo.

Existen visiones en esos sueños y verdades en ese lugar. La tensión del aire sólo indica su cercanía, los cuerpos en las calles no hacen más que confirmar la epidemia. Cuando lo único que queda es la esperanza, significa que ya hemos perdido. Nunca nadie se lo espero, nunca estuvimos preparados.

Nada se nos ocurrió aparte de las loterías de supervivencia, la plaga fue más que todo eso. ¿Cómo podíamos pelear si Dios estaba de su lado?

En algún momento todo se descontrolo y el martillo de los hombres fue desatado. Ahora sólo me quedan esos sueños y estos lugares vacíos. No haré más que esperar hasta que toda esperanza desaparezca, cuando eso ocurra estaré listo para pelear. El martillo no me pegara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De lo ultimo, sinceramente lo mejor. De hecho, creo que es uno de tus mejores escritos mi querido amigo. Siempre estaremos listos para pelear, no importa de que tamano sea el martillo, o cuantos lo tengan. El miedo medira las consecuencias, el silencio dilapidara los gritos, el sol mananero rompera todas las resacas y aun asi. Al portador del martillo no le quedara otra que martillarse las manos.