Lluvias cuerdas.
Pero las nubes enfrían mis descargas, no debo caer en ella. No debo tocar sus piernas ni sus senos. Un polvo con ella no me va a ayudar, romper su moralidad tampoco me salvara.
Me dirijo hacia la lluvia dejándole en un papel mi último pensamiento escrito:
“Jesús hace tiempo que se fue, nadie compra tu moralidad”.
Total nadie entiende que me pasa a mí esta noche.
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