Pulp (sicario 2)
Agatha camina con rapidez por las calles húmedas mientras el cielo se ilumina de rayos y lluvia. A pesar del clima la fiesta prende igual en aquel local, una vez en él, Agatha camina con prestancia y desprecio. Busca a su pareja pero él aún no llega así que decide esperar mientras coquetea con algún incauto. El coqueteo se ha transformado en un deporte bastante elaborado para ella. Su pasatiempo es rechazar especimenes de bajo valor.
A los 10 minutos una figura delgada y triste se fija en ella y se acerca. “Ya cayó uno”- piensa Agatha. Luego de dos tragos invitados por la figura, Agatha se da cuenta que su pareja aún no llega. El joven de figura triste le dice “él no llegará, ha sido un daño colateral”.
Sin entender esto Agatha mira con curiosidad y preocupación al extraño.
-No te preocupes Agatha todo terminara luego. Tu coquetería ha costado mucho, tu coquetería ha costado.- dice la figura triste.
- A que te refieres – preguntó Agatha más desconcertada.
-Has roto muchos corazones Agatha y destruido muchas familias.
En ese momento Agatha recuerda como ha logrado ganar toda su posición en la vida, sobre todo esa fiesta en que se suicido convenientemente su jefe después de haber desaparecido una considerable cantidad de dinero.
- ¡Yo no tuve nada que ver en eso!- menciono exaltada Agatha.
- La familia de Dean tampoco tendrá que ver en esto Agatha, velo como una coincidencia irónica.
-Otra cosa Agatha no juegues nunca más con el diablo… Que te vaya bien.
En ese momento Baxter clava un pequeño cuchillo en los riñones de Agatha con una leve torcida hacia la derecha. Entre el escándalo de la tormenta y la fiesta nadie noto nada.
Sólo un trabajo más y todo se acaba, es lo último que piensa Baxter al irse.