martes, 22 de enero de 2008

Agente de Viajes

Agente de viajes


Una sombra se ve parada en aquella esquina, se le nota impaciente. Otro día de trabajo piensa, ojala que no se presente es mejor así. Justo en ese momento Miles da vuelta por aquella esquina. La sombra suspira tendrá que hacer todo el papeleo correspondiente.

Minutos después la cara de Miles se desfigura, un espasmo recorre su cuerpo. Su audición se va perdiendo, su mundo se achica en su mente. Su último pensamiento es que ya era tarde para esta vergüenza.

Cuando recobro la conciencia se encontraba al lado de aquella sombra en la esquina, ella le dice que nunca es tarde siempre se es puntual en estos casos. En pocas palabras la sombra le explica a Miles que ya es tiempo de viajar. Miles sin comprender mira hacia la calle y ve un bulto de carne tirado en la acera. La sombra le dice que no se preocupe que después entenderá.

Miles ve que la sombra le pasa unos documentos, la sombra le menciona que su visa durara cuatro décadas y después tendrá que revadilarla. Al despedirse la sombra le grita que los grandes muslos del cielo se han abierto para él. Su viaje esta comenzando.

La sombra escribe un informe y su cronometro suena, ya es hora de la próxima cita, esta vez la visa fue rechazada. Más papeleo piensa mientras se dirige a su nueva reunión.