Vacío navideño
Son las 5 a.m. de la madrugada de navidad, es la hora melancólica de la ebriedad pasada, que debo hacer para que este vacío se llene. De alguna forma sé que fracasaré, pero las imágenes siguen brotando en mi memoria; situaciones vagas que me empujan a continuar.
Este total vacío que se respira hay que llenarlo con ron, dejar que la intoxicación de no pertenecer se apodere de esta gravedad. Necesito un empujón para el próximo paso, sea cual sea, es hora de encontrar un propósito de nuevo. Tengo que despabilar antes de que el ciclo empiece otra vez.
Quita esa vergüenza de tu rostro, reconozco la mentira cuando la veo. Nada llena esta vacuidad… ni siquiera el gris de algunos ojos olvidados. Todo se resume a otro vaso de ron, de alguna forma siempre he sabido que fracasaré. No hay que preocuparse, creo que las madrugadas de navidad me afectan, pero en la mañana estaré echo de piedra nuevamente.