miércoles, 12 de diciembre de 2007

Nos alimentan


Nos alimentan

El calor aumenta en San Infierno, mientras esperamos nuestro alimento. Ellos nos alimentan con mentiras, sus mentiras es lo único que necesitamos. Ellos, los impensados de siempre, nos “salvan” de la verdad. Nos destruyen y entierran poco a poco “salvándonos” de la realidad. Mientras mi rostro se desvanece en lo borroso del espejo.

El frío de San Infierno colapsa en mi cuerpo, sólo mis ojos, labios y entrepiernas siguen a 36º… no necesito más. Sus miradas acosan mis descansos, engordándonos en engaños. Los recuerdos de ese bar se nublan, todo pierde contexto. Los engranajes se acercan, las tripas suenan… es hora de almorzar. Las emociones restantes sólo se resumen en bits y letras. Es el antiácido que me queda.